Fuimos convocado por el Ministerio de Minería de San Juan, a través de la Secretaría de Planificación y Promoción del Desarrollo Minero Sustentable, para disertar ante cientos estudiantes en la realización del Conversatorio «Jóvenes en diálogo con la Minería».

ASIJEMIN, estuvo en el Auditorio Eloy P. Camus del Centro Cívico que contó con la participación de directores de la Secretaría de Minería de la Nación, autoridades de la Universidad Nacional de San Juan, empresas mineras, Centro de Estudiantes y representantes destacadas del sector.

Carla Costabile, secretaria adjunta de la comisión directiva nacional del sindicato jerárquico minero compartió la mesa de disertantes con Leonaro Pflüger – Licenciado en Gestión Ambiental, Director Nacional de Producción Minera Sustentable de la Secretaría de Minería de la Nación; Andrea Díaz – Vicedecana de la Facultad de Ingeniería de la UNSJ; Natalia Núñez – Vicedecana de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNSJ; María Lucía Maurín – contadora publica, Directora de Fiscalización y Control de Ingresos del Ministerio de Minería de San Juan; Daniela Gómez – Licenciada en Geología, Directora de Evaluación Ambiental Minera del Ministerio de Minería de San Juan; Gabriela Torres – Subdirectora del Departamento de Geología de la FCEFN – UNSJ; Natalia Núñez – Proyecto Los Azules; Romina Tisti – Gerente de RRHH, Martin Yanzon – Superintendente de Contratos y Laura Hernández – Jefa de Comunicaciones de Barrick-Shandon (Mina Veladero); Fernando Ciacera – Ingeniero Industrial, Director Nacional de Cadena de Valor e Infraestructura de la Secretaría de Minería de la Nación; Juan Manuel Pinto – Contador Público Nacional del Ministerio de Minería de San Juan; Laura Perucca – Directora del Instituto de Geología, FCEFN – UNSJ; Fernando Godoy – CAPRIMSA Cámara de Proveedores Mineros.

Durante el transcurso del conversatorio, Carla Costabile disertó sobre género en el trabajo y fue clara en el mensaje y la investigación que realiza el sindicato y que de a poco se instruye y se aplica en los yacimientos mineros, por ello fue importante su alocución que realizó ante estudiantes de la provincia: “La perspectiva de género es una forma de mirar la realidad poniendo el foco en las desigualdades, en eso que como sociedad históricamente se enseña, se transmite, se construye, que hace que varones y mujeres no estemos en las mismas condiciones. Una de las cuestiones centrales a tener en cuenta es la división sexual del trabajo que establece que las mujeres nos ocupamos tradicionalmente de las tareas domésticas y de cuidado de niños, niñas y personas mayores, trabajo que es gratuito. Mientras que los varones se ocupan de las tareas remuneradas, fuera del hogar, al disponer de tiempo y las condiciones necesarias para hacerlo. Rompiendo de a poco esta división de tareas las mujeres nos fuimos incorporando al mundo del trabajo remunerado, mayormente en tareas tradicionalmente realizadas por mujeres como maestras, enfermeras, desarrollando tareas de limpieza, cuidado de niños y niñas etc. y en menor medida, pero cada vez más, nos fuimos adentrando en actividades consideradas tradicionalmente “de varones” la aeronáutica, las industrias automotrices, la construcción, la mecánica y la minería. En el año 1989 las mujeres trabajadoras mineras registradas eran sólo 2, hoy estamos acercándonos a un 10% del total de personas trabajadoras. Con pronósticos de llegar al 30%.”, explicó Carla Costabile.

Continuando con la exposición afirmó que: “la inclusión de la mujer al mundo del trabajo remunerado es desigual y se manifiesta en fenómenos como la brecha salarial, que hace referencia a dos cuestiones, por un lado que las mujeres en conjunto ganamos menos que los varones en conjunto, por diversos factores pero las principales son que tenemos menos tiempo para dedicarle a los trabajos pagos (por hacernos cargo de tareas no remuneradas), porque las tareas que desarrollamos son las peor pagas, porque en general nos dedicamos a trabajos más precarios e informales. Y, por otro lado, la brecha salarial más visible que es cuando las mujeres ganamos menos por igual trabajo desarrollado. Esto que parece una antigüedad está presente en la minería, y nos toca en casos interceder para que se respete un principio básico como es el de igual remuneración por igual trabajo. Aún trabajadoras que desarrollan las mismas tareas, con igual responsabilidad, antigüedad y formación cobran menos que sus contratarnos varones”.

Asimismo, nuestra representante gremial detalló: “la brecha salarial por razones de género en la actividad minera ronda el 30%, por lo tanto, hay muchísimo camino por recorrer”. También recalcó: “otros fenómenos vinculados, y que tienen como correlato la desigualdad en los ingresos son el techo de cristal, es decir aquellas lógicas que impiden que las mujeres lleguen a puestos de alta jerarquía, y que podemos observar si miramos los puestos gerenciales en las distintas empresas, que son ocupados mayormente por varones. Lógica que se reproduce también en la actividad al dificultar la promoción de mujeres a puestos de supervisión con personal a cargo. Y la contracara que es fenómeno del “piso pegajoso” que es la tendencia a que las mujeres ocupen los puestos más bajos, estando sobrerepresentadas en las tareas con menor responsabilidad y posibilidades de crecimiento. Por último un fenómeno no tan difundido como los anteriores pero que tiene serias repercusiones en nuestra vida laboral es lo que se denominan las “escaleras rotas”, que hace referencia a los periodos de interrupción de las trayectorias laborales, principalmente por las tareas reproductivas, que lleva  a que o debamos enfrentarnos a un medio hostil a la hora de reincorporarnos y que ya no nos considera de la misma forma, coartando una carrera en crecimiento, o definitivamente ya no podamos volver a la actividad remunerada por no tener redes que compartan las tareas de crianza. Esto es algo muy común en la actividad, donde por las largas jornadas y turnos de trabajo, la conciliación entre tareas domésticas y de cuidado y el trabajo asalariado es muy difícil”.

Todas estas cuestiones consideramos que deben ser puestas sobre la mesa y discutidas, con trabajadoras, empresas y sindicatos, porque hay mucho por hacer. Acá el papel de los sindicatos es central, y de ahí nuestra preocupación y ocupación para que las trabajadoras se acerquen al sindicato, y para que vean en nosotros una herramienta. Para eso el trabajo viene siendo largo y sostenido, de formarnos, de formar a nuestros compañeros y delegados, y de darle voz a las demandas de las trabajadoras”.

Por último, Carla Costabile añadió: Como sindicato, y principalmente como equipo de género nos propusimos en una primera instancia visibilizar esto, y dejar de romantizar el esfuerzo titánico que deben hacer las compañeras en los proyectos, y en segundo lugar generar condiciones al interior del sindicato para que las compañeras se acerquen, o mejor que el sindicato se acerque a ellas. las tomas de decisiones deben hacerse en ámbitos más horizontales y participativos; en ese camino estamos y nos guía ese horizonte”.

Fotos: Prensa Gobierno de San Juan