Desde nuestro origen como clase trabajadora, hemos tenido motivos de sobra para organizarnos y luchar. La conquista de nuevos derechos laborales y la exigencia del cumplimiento de los mismos, han marcado nuestro camino desde aquellas históricas jornadas de Chicago del 1 al 4 de Mayo de «Los Mártires de Chicago” que lideraron el reclamo por la jornada laboral de 8 horas, y marcaron el camino para millones de trabajadores de todo el mundo. Hoy, en el día internacional de los trabajadores, recordamos a aquellos obreros de Chicago y a todos los que a lo largo y ancho del planeta decidieron organizarse y luchar por la clase trabajadora.
Este 2020 nos encuentra en un escenario distinto, la pandemia del coronavirus que azota a la humanidad, pone de relieve la precariedad en la que se mueve el mundo del trabajo; todavía es muy pronto para hablar de números, pero la reducción de puestos de trabajo y los recortes salariales ya alcanzan cifras muy preocupantes en todo el mundo.
Una vez más, la variable de ajuste son los trabajadores, la crisis vuelve a golpear más fuertemente a los más débiles. Los sectores de las industrias con rasgos de informalidad son los más afectados, pero otros, estratégicos, también se ven alcanzados fuertemente por la crisis.
Con matices o incluso diferencias profundas, los gobiernos vienen tomando medidas para afrontar ésta etapa, lo que sin duda nos igualará en el mundo será la crisis económica en la que nos veremos sumergidos una vez superadas las limitaciones impuestas por la pandemia.
En este contexto toma una relevancia reconocida la clase trabajadora, es ella la que genera las riquezas del mundo por medio de su fuerza productiva, sin los trabajadores el mundo se detiene.
Por lo tanto, una vez más, seremos los trabajadores la piedra basal para reconstruir el país y el mundo. Se necesitarán medidas de avanzada por parte del gobierno que garanticen un camino de recomposición de la industria, pero principalmente se necesitará de un movimiento obrero organizado, pujante y comprometido con la patria, para las enormes tareas que se plantearán.
La actividad minera por su característica de esencial no paró motores en esta etapa, su importancia hizo que no se dejara de producir en nuestro país, con protocolos acordes y con medidas extraordinarias se siguió con las labores necesarias. Los trabajadores mineros con responsabilidad y compromiso demostramos estar a la altura de las circunstancias. La etapa que se abre en nuestro país establecerá nuevas prioridades y nuevas necesidades, la minería se posiciona con mayor fuerza en este escenario y ofrece condiciones ampliamente favorables para enfrentar la salida a la crisis. Los trabajadores mineros estaremos sometidos a grandes desafíos, para los cuales necesitaremos de mucha organización, solidaridad y compromiso. Desde ASIJEMIN nos disponemos a enfrentar estos desafíos con la fuerza de los trabajadores y esperamos ser consecuentes con las demandas de la época. Unidos y fortalecidos.
Este 1 de mayo marchemos para construir una minería de avanzada, sustentable, comprometida con el desarrollo de nuestra patria y con activa participación de los trabajadores. Sigamos avanzando en la conquista de derechos laborales y garanticemos el cumplimiento de los mismos. Una vez más los trabajadores ponemos a funcionar las ruedas que mueven al mundo.
Por el compromiso, la responsabilidad y la constancia, ASIJEMIN envía un Feliz Día del Tabajador a todos y todas sus integrantes.
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